Benedicto XVI a los jóvenes: «Tenéis la tarea de mostrar al mundo que la fe trae una felicidad y alegría verdadera, plena y duradera. Y si el modo de vivir de los cristianos parece a veces cansado y aburrido, entonces sed vosotros los primeros en dar testimonio del rostro alegre y feliz de la fe»
martes, mayo 31, 2011
lunes, mayo 30, 2011
CURIOSIDADES
martes, mayo 17, 2011
"DEL BOTELLON...AL CONVENTO"
Una jóven madrileña cambia el “botellón” por un convento de carmelitas
Su historia aparece junto a otras nueve en el libro “¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?”, escrito por Jesús García y que acaba de publicar ‘Libroslibres’.
Adriana estudió en el colegio Montealto de Madrid. Sus padres son buenos cristianos, “de misa y rosario diarios”, y llevaron a sus cinco hijos a “colegios cristianos, donde se nos diese una buena formación”. Recuerda que su padre “nos bendecía cuando nos íbamos a dormir haciéndonos la señal de la cruz en la frente”.
Con catorce años se planteó qué quería Dios de ella. Conocía el Opus Dei y pensó que ese podría ser su camino. Pero una amiga suya mayor le aconsejó que esperase y rezase. Y le dijo: “Dios contigo, o todo o nada”. Con esa edad, fue con su padre y un sacerdote a conocer el convento carmelita de san José, en Ávila, que le gustó.
Pero poco después empezó a ir con sus amigas a discotecas. Le gustaba bailar ‘hip-hip’, hacer ‘botellón’, beber, fumar... Con quince años empezó a dejar de ir a misa y se puso un ‘piercing’ en la lengua, pero sus padres le dijeron que o se lo quitaba o se iba de casa. “Sólo quería divertirme, y lo conseguía”. Sus padres estaban preocupados, porque muchas veces no dormía en casa. Hablaron con ella, pero “nunca me castigaron por esto o aquello. Habían puesto una semilla en mí y luego respetaron mi libertad. […] No les quedó más que rezar, ¡y rezaron mucho!”.
Hasta que un día “algo renació dentro de mí. Algo que me gritaba dentro, de golpe y muy fuerte. […] Aquella noche yo me sentí amada y todo cobró sentido. Tal y como yo era y en aquella situación, habiendo ‘pasado’ de Dios, Él me dijo: ‘Pues yo no ‘paso’ de ti, yo te amo, y aquí estoy’”.
Habló primero con su padre y luego con un sacerdote. “Me confesé y mi vida cambió radicalmente. Iba a misa todos los días. Era una necesidad, me faltaba tiempo para estar con el Señor, para experimentar y saborear esa sensación de sentirme tan amada”. Se levantaba a las seis de la mañana para ir a misa antes de clase. “Mis amigos no lo entendían. Me preguntaban si me había vuelto loca. […] Dejé de frecuentar las discotecas y de salir por la noche. Me conocía y no quería dejarme llevar”.
Poco después, pidió entrar en el Carmelo de San José (ver imagen). Sintió paz y “una alegría muy diferente y muy superior a la que tenía antes, que tampoco me faltaba. […] Es Dios el que vino por mí, y luché contra Él, porque esa voz que me llamaba aquí dentro la intenté acallar, pero no pude. No le busqué. Me buscó Él a mí. Soy una víctima de su misericordia. Nada más”.
La despedida de sus padres, hermanos y amigas fue dura. Pero ahora es feliz. “Yo aquí he encontrado todo. […] A mis padres y a mis hermanos les quiero y me siento aún más unida a ellos que antes, por eso no me faltan. Ni ellos ni mis amigas ni la diversión. Aquí lo tengo todo. Si tienes vocación, Dios te llena”. (fuente: www.ideasclaras.org)
lunes, mayo 09, 2011
UNA TARDE CUALQUIERA...
Esta tarde he vivido una situación muy común. Recorri la ciudad buscando una cosa concreta en distintas tiendas. A lo largo de la tarde fui recogiendo un montón de caras de todo tipo, actuaciones simpaticas, malhumoradas, delicadas, atentas, encantadoras…
Me ayudó a pensar. ¿Qué veo en “el otro” cuando me pregunta”?. No cabe duda de que si ves “persona” el trato es diferente. También el reflejo de tu misma vida. La paz interior.
Esa parte trascendente de nuestra vida es la que capta a “la persona”, es capaz de ver su interior y no solo su aspecto, es capaz de volcarse y dar todo tipo de explicaciones sonriendo, no solo para cumplir su deber sino para servir y ayudar a pesar del calor, del cansancio de la tarde, del numero de horas de pie…
En fin, cautiva con ese buen hacer y esa sonrisa que hace que te plantees volver a ese lugar con cualquier excusa porque te has sentido bien.
Qué ejemplo para aprender…tomo nota.
jueves, mayo 05, 2011
A P R E N D I E N D O ...
martes, mayo 03, 2011
SANTO SÚBITO: JUAN PABLO II
Fue el Papa de mi juventud, como la de muchos y me trae muchos recuerdos de las distintas JMJ y sus visitas a España, recuerdo una en especial en su Visita a La Santina, allí estuve de voluntaria y no se me olvida. Tambien tuve la suerte de besar su mano y mirar sus ojos limpios y claros que te animaban a cambiar...
Mons. Jesús Sanz evoca en su carta semanal el sereno dolor que embargó a la Iglesia aquella noche del 2 de abril de 2005, cuando el Papa Juan Pablo II entregó su alma a Dios y cómo desde aquellos primeros momentos comenzó una extraña fiesta en la Plaza de San Pedro en la que entre rezos, lágrimas y la alegría de la Pascua, miles de personas comenzaron a reclamar para Karol Wojtyla el que fuera proclamado “Santo súbito”. Su gran humanidad, su valentía, amor a la Iglesia y su grandeza de alma, fueron intuidas desde el primer momento por las gentes sencillas, y ahora Benedicto XVI será quien rubrique el domingo 1 de mayo, con la beatificación de su predecesor, lo que ya dijo en sus exequias: «Nuestro amado Papa está ahora en la ventana de la casa del Padre. Nos ve y nos bendice».
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