Capilla clandestina en China. Aunque la religión católica está reconocida en la Constitución china, la realidad es que en muchos lugares del país se puede creer pero no practicar la fe en libertad. En la actualidad hay 600 sacerdotes en prisión y 60 Obispos bajo arresto domiciliario. (China. AIN)
¿TE ATREVERÍAS a ir a Misa si supieras que puedes morir asesinado dentro del templo como sucede en Iraq?
¿y si no puedes acceder a un empleo público por ser cristiano, como es el caso de Nigeria?
¿Y sí el Gobierno te prohíbe poner a tu hijo un nombre cristiano como ocurre en Argelia?
¿y si te hacen pagar impuestos especiales por ser cristiano como en Myanmar?
¿guardarías en tu mesilla de noche la Biblia sabiendo que si te descubren supone tu condena a muerte, como pasa en Corea del Norte?
SON SITUACIONES EXTREMAS, Y lo que es peor, son reales. Son las que, por desgracia viven 350 millones de cristianos en el mundo. En pleno siglo XXI, nuestros hermanos sufren discriminación, tortura, persecución, clandestinidad y hasta muerte por causa de la fe.
Para quienes creen que la religión se ha de confinar al ámbito de lo privado y es causa de todos los males del mundo, Benedicto XVI ofrece una clara respuesta: “la religión no es un factor de perturbación o de conflicto. Invito a cada uno a reconocer la gran lección de la historia: ¿cómo negar la aportación de las grandes religiones del mundo al desarrollo de la civilización? La búsqueda sincera de Dios ha llevado a un mayor respeto de la dignidad del hombre”.
Fuente: Cristianos perseguidos por Angeles Conde. REVISTA MISION
