Benedicto XVI a los jóvenes: «Tenéis la tarea de mostrar al mundo que la fe trae una felicidad y alegría verdadera, plena y duradera. Y si el modo de vivir de los cristianos parece a veces cansado y aburrido, entonces sed vosotros los primeros en dar testimonio del rostro alegre y feliz de la fe»
lunes, agosto 10, 2009
DESDE EL ALERON...
Este verano desde hace algunos años he vuelto a subir a un avión. He contemplado las distintas imágenes que iban transcurriendo en las escasas dos horas de viaje.
Desde arriba, muy arriba, todo se veía blanco y algodonoso, volamos por encima de las nubes y como a veces en la vida, no se veía nada de nada. Después de repente empezamos a ver pequeñas ventanas transparentes por donde se divisaban otros paisajes, a lo lejos mapas perfectamente parcelados de distintas tonalidades de verdes, ocres. Desde allí no se distinguían las casas, ni los coches, solo lo grande. He aprendido que desde tan lejos no se ve lo pequeño, como en la vida…para ver lo pequeño de las personas hay que acercarse, acercarse mucho para ver cada rasgo, cada gesto, para saber distinguir si ha llorado, si ríe…
Después de un ratito entre tanto algodón blanco sin ver nada al fin por una de esas claraboyas trasparentes…apareció el sol y también aprendí que aunque a veces pasen miles de segundos y no veas nada de nada… al fin siempre está el sol.
En la vida también pasa y tu lo sabes…aunque parezca todo igual blanco o negro, las preocupaciones, los problemas, los agobios, por encima al fin SIEMPRE ESTÁ EL SOL.
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