El maniquí es una contraposicón de ideas que van de lo delicado y ligero de una bailarina a la fortaleza de la armadura de un guerrero…pero relacionando ambos conceptos con una imagen femenina y elegante.
El origen de la presente obra partió de conceptos como la ligereza y la fragilidad. Para hacer tangible estas sensaciones se opta por la imagen de la bailarina que al tiempo permite evocar formas recurrentes de la silueta femenina.
La propia idea de la bailarina sugiere otros valores como la disciplina, la rigidez y el autocontrol…
Una fusión de sensibilidades que desembocan en el corsé, la armadura, el guerrero.
Ayer he visitado la exposición CUSTOM, CÁNONES DE LA MODA ALTERADOS POR EL ARTE, en el Centro Comercial MODOO, me ha llamado la atención la representación de la bailarina, frágil y el casco fuerte.
Siempre me han gustado las bailarinas con tutu y esa sensibilidad unida a esa fortaleza me hace pensar en lo que es la mujer, sensible y fuerte y también el hombre, como no.
Ayer en una conversación entre amigos llegamos a la conclusión de que el hombre también debe ser, sensible, detallista, no solo machote, puede ser MAS Hombre Y LA MUJER MAS MUJER UNIENDO ESAS DOS CUALIDADES.
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