Ayer me emocioné…
Era Domingo. Misa de 12 y como en muchos lugares de España la Iglesia se iba llenando de gente, mayores, matrimonios con sus hijos, etc.
Delante de mi una señora joven con su niña de 4 años. Me emocioné porque hacia tiempo que no veía lo que debería ser normal, o al menos antes lo era, una mama llega con su niña y le dice que allí está Jesus y hace una genuflexión. La niña medio torcida la hace también. Luego le hace con sus propias manos la señal de la cruz. Después se arrodilla y le dice cosas al oído, presumo que cosas tiernas para decir a Jesus. La niña estuvo observando todo, de vez en cuando le preguntaba a mama y ella bajito le explicaba. La pequeña muy quieta para su edad, apenas miraba para atrás. La distraída era yo, lo confieso, por supuesto le daba gracias a Dios por esa mujer y su hija pero me emocioné como hacía tiempo no me pasaba.
Al salir le di a la señora mis felicitaciones por cómo educaba a su hija. Se sonrío y me dio las gracias, hasta se puso colorada…
Qué bien se hace a las almas con el ejemplo…
