Benedicto XVI a los jóvenes: «Tenéis la tarea de mostrar al mundo que la fe trae una felicidad y alegría verdadera, plena y duradera. Y si el modo de vivir de los cristianos parece a veces cansado y aburrido, entonces sed vosotros los primeros en dar testimonio del rostro alegre y feliz de la fe»

domingo, octubre 02, 2011

S I L E N C I O



S I L E N C I O ... aveces soñada palabra.

Anoche solo se oía ruido y más ruído. En la noche que los sonidos se magnifican el ruído asusta. Pensé en la maravilla del silencio y la palabra me llevó por otros derroteros.
En estos tiempos de tanto sonido, mp4, móviles, auriculares a tope en nuestros oídos que no nos dejan oír al mundo, miles y miles de ruidos que nos alejan de lo personal, pensé en la maravilla de ese silencio interior que tanto dice.
Cuando quieres a una persona no hacen falta palabras, un gesto, una mirada, también un tono de voz concreto…dice todo.
Contemplar es una palabra que se usa poco. Los horarios, las prisas, tanto y tanto correr nos impiden aveces darnos cuenta del gran valor de contemplar…
Contemplar a un niño reír, a dos ancianos pasear, una flor, la lluvia suave sobre el asfalto que huele a tierra mojada, a campo…
En la era de las comunicaciones y cara a la nueva evangelización Benedicto XVI ha escogido Silencio y palabra: camino de evangelización como tema de la 46ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2012, que se celebrará el 20 de mayo, hizo público la Santa Sede este jueves.
“La sociedad de la comunicación, con su sobreabundancia de estímulos, pone en evidencia un valor que, a primera vista, podría parecer contrario a ella”, destaca el texto.
“en el pensamiento del Papa Benedicto XVI el silencio no representa sólo un cierto contrapeso en una sociedad marcada por el continuo e incesante flujo comunicativo, sino que es un elemento esencial para su integración”.
“El silencio es el primer paso para acoger la palabra, precisamente porque favorece el discernimiento y la profundización”, “no hay ningún dualismo, sino complementariedad de las dos funciones que, en un adecuado equilibrio, enriquecen el valor de la comunicación y la convierten en un elemento esencial del servicio a la nueva evangelización”.