Benedicto XVI a los jóvenes: «Tenéis la tarea de mostrar al mundo que la fe trae una felicidad y alegría verdadera, plena y duradera. Y si el modo de vivir de los cristianos parece a veces cansado y aburrido, entonces sed vosotros los primeros en dar testimonio del rostro alegre y feliz de la fe»

viernes, octubre 07, 2011

revalorizar el "cara a cara"

El otro día hablando con una amiga me sorprendió su hartazgo de los distintos “aparatos” con que nos comunicamos: notebook, movil, iphone, ipad, mp3, 4….email, portátil….facebook, twitter.

Me costó un poco entenderla porque estoy bastante metida en este mundillo y es verdad que facilita la rapidez en comunicarse. Llega la información con una actualidad de segundos y si se usa bien la técnica a nuestro servicio es un gran invento. Es costoso aprender y ponerse al día en este campo en el que los chavales de cinco años ya nos dominan.

También le doy la razón en cuanto a que quizás hemos perdido el don de la palabra, de la conversación en personal, cara a cara, hablar de lo cotidiano así de frente. Aquí también nos tocará a nosotros ayudarles a conjugar las dos cosas.

Os pongo un chiste que me gustó y que sirve para reflexionar.


¿Te atreves a hacer locuras?



Antiguamente te decían que dibujes una manzana y lo más probable es que hicieras esto:



En pleno siglo XXI a cualquier chaval que le hables de una manzana casi seguro que en su imaginación está esta:




Se ha ido Steve P. Jobs y para no repetir con todos los medios, dejo una frase que me ha gustado especialmente:

«Las personas que están lo suficientemente locas como para pensar que pueden cambiar el mundo son las que lo consiguen». Steve P. Jobs.

Vamos a ser locos y a decidirnos a cambiar el mundo...

Y ahora...¿qué?



DESPUES DE LA JMJ NOS PREGUNTAMOS ¿POR DONDE EMPIEZO?. Este artículo refleja un buen comienzo.
MADRID 2011…punto de partida

“En estas pocas palabras van resumidas, pienso, las experiencias de estas jornadas mundiales, que desembocan en llevar a Cristo hasta el último rincón del mundo.



“Buscar a Cristo” define el primer paso. El amor comienza siempre como una búsqueda, que conduce a un trato personal, en la intimidad: “Pasa como con el noviazgo –explicaba San Josemaría a esos jóvenes–: el trato es necesario, porque, si dos personas no se tratan, no pueden llegar a quererse. Y nuestra vida es de Amor” (Forja, n. 545). Es necesaria una apertura del corazón, no es algo mecánico, programable: rezo para que se dé en muchos, con la gracia del Espíritu Santo y la ayuda de la auténtica amistad humana.

“Encontrar a Cristo” es ya arraigarse más y más en Él, como el sarmiento a la vid (Jn 15, 1-8). “Estar arraigados en Cristo —explica Benedicto XVI en el Mensaje para la XXVI Jornada Mundial de la Juventud— significa responder concretamente a la llamada de Dios, fiándose de Él y poniendo en práctica su Palabra (…); escucharle como al verdadero Amigo con quien compartir el camino de vuestra vida”.

“Amar a Cristo”, en fin, supone ya gozar de esa savia que da sentido y fuerza para querer a los demás y desear amar más y más; es ya estar “edificado” en Cristo, dejar que el Espíritu Santo construya en nosotros la imagen del Verbo encarnado que se ofrece por todos. El nuevo dinamismo al cual nos llama el Papa significa buscar el perdón en el Sacramento de la Reconciliación, para recibir ese amor, un sacramento que el mismo Benedicto XVI mismo celebrará en Madrid, como elocuente testimonio de la misericordia divina. Y ese amar exige dejarse amar por Jesús en la Eucaristía, para llevarle después a muchas otras personas. “

(20 de agosto de 2011 Mons. Javier Echevarría // La Razón)