
Bajo el lema: “La familia, formadora de valores humanos y cristianos”, se celebró el pasado sábado en Torreciudad (Huesca) la 22ª edición de la Jornada Mariana de la Familia, en la que han tenido un protagonismo especial las familias de niños y niñas que harán la primera comunión, quienes realizaron una ofrenda especial a la Virgen antes de la celebración de la misa.
Presidió la Jornada el arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal, cardenal Antonio María Rouco Varela, quien en su homilía transmitió un mensaje de esperanza y optimismo, y dirigiéndose a las familias presentes, les dijo que «la vida es una historia bellísima y a la vez dramática, en la que hay que enseñar a los hijos a luchar, a superarse a sí mismos, a caminar venciendo las insidias del mal. Y la victoria consiste en la santidad, la verdadera vocación del hombre». Para esta tarea el cardenal animó a «confiar en la Virgen, en ese amor tierno y maternal de María que nunca nos abandona, Madre de Gracia y de Misericordia».
En un mensaje enviado a los participantes, Benedicto XVI exhortó a las familias «a ser en la sociedad actual, signo de esperanza», y animó a los esposos a «no cejar en su empeño de ser referentes de sus hijos, que necesitan descubrir en la constancia y en el sentido del deber, el rostro del verdadero amor».