En estos tiempos se habla mucho de crisis de todo tipo y es tanto lo que se dice que parece que nunca más veremos el sol brillar.
Desde siempre el mundo ha tenido vaivenes, subidas y bajadas, guerras y paz y al final siempre ha salido el sol brillando en todo su esplendor.
Creo que lo que nos hace falta a la hora de acometer nuestros retos, es ánimo y tirar para adelante. Ponerse manos a la obra y hacer lo que sea necesario sin lamentos.
Curiosamente ya Ageo, que no es un señor del siglo XXI sino un profeta del año 500 a.C. ya les decía estas frases que son solo fragmentos de su profecía:
Ag 1, 15-2, 9
¿Queda alguien entre ustedes que haya visto esta Casa en su antiguo esplendor? ¿Y qué es lo que ven ahora? ¿No es como nada ante sus ojos? ¡Ánimo, Zorobabel! ¡Ánimo, Josué,! ¡Ánimo, todo el pueblo del país!¡Manos a la obra! Porque Yo estoy con ustedes. ¡No teman!. La gloria última de esta Casa será más grande que la primera, dice el Señor de los ejércitos, y en este lugar Yo daré la paz”.
Y un santo del siglo XXI, San Josemaría Escrivá en su obra Camino, 11: “Voluntad. —Energía. —Ejemplo. —Lo que hay que hacer, se hace... Sin vacilar... Sin miramientos... -Sin esto, ni Cisneros hubiera sido Cisneros; ni Teresa de Ahumada, Santa Teresa...; ni Iñigo de Loyola, San Ignacio... -¡Dios y audacia! —"Regnare Christum volumus!".
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